Vida consciente
- O&C
- 26 sept 2017
- 1 Min. de lectura
Desde pequeños, la sociedad nos enseña que debemos formarnos para tener un trabajo muy muy bueno en el que podamos ganar mucho dinero para comprar muchas muchas cosas y ser muy muy felices. A costa de quien sea y como sea, incluso de nosotros mismos. Sin quererlo, vivimos en una competición continua en la que siempre queremos ser los mejores en todo. Y esto puede llevarnos a un nivel de frustración muy elevado cuando no lo conseguimos. Porque siendo realistas, es fácil darse cuenta de que no se puede ser el mejor en todo y todo el tiempo.
Sin embargo, no nos enseñan que deberíamos llevar una vida consciente...
Consciente de que no somos los mejores ni los peores, si no simplemente, nosotros mismos.
Consciente de que lo interesante es ser siempre la mejor versión de nosotros mismos.
Consciente de que tenemos defectos y limitaciones y de que aprender a aceptarlos nos hace más felices.
Consciente de que somos diferentes y eso nos hace especiales y no raros, y que esa diversidad es la que hace la vida tan interesante.
Consciente de que nuestros actos, por pequeños que sean, pueden tener un gran impacto en todo lo que nos rodea.
Y consciente de que somos seres vivos en evolución que cambiamos con el tiempo, y que lo que hoy ignoramos puede que mañana nos apasione.

Comments