Pasta cremosa con calabacín y anacardos

En mi anterior trabajo comíamos de tupper todos los compañeros juntos en un comedor con mesas alargadas y un par de microondas. Era muy interesante ver qué diferente cocinamos unos de otros y las distintas costumbres que había en casa de cada uno. Durante un tiempo mis tuppers estuvieron en el punto de mira, para ver qué llevaba la comida de la que no comía carne. Al cabo de un tiempo, la novedad había pasado y ya nos sabíamos todos las recetas típicas de cada compañero, hechas por ellos o a veces por madres o incluso suegras.

Creo que todos aprendimos alguna receta nueva durante este tiempo. En mi caso, la salsa que traigo hoy está inspirada en una receta italiana que aprendí de una de mis compañeras, que estando de Erasmus, la aprendió a su vez de un amigo italiano. En su versión original, esta receta lleva parmesano rallado, que al fundirse con el sofrito de calabacín y cebolla crea una salsa cremosa. Para la versión sin lácteos, he sustituido el parmesano por leche cremosa de anacardos, que se prepara simplemente batiendo anacardos remojados con agua, hasta que queda una leche fina y cremosa. A diferencia de la leche de anacardos, esta crema no va filtrada, porque queremos conservar también la pulpa del fruto seco para darle cuerpo a la salsa.

Vamos con la receta!

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PASTA CREMOSA CON CALABACÍN Y ANACARDOS

Raciones: 2-3 raciones

Tiempo de preparación: 20 min

INGREDIENTES

• 300 g pasta

• 1 cebolla mediana

• 1 calabacín mediano

• 1 puñado de anacardos sin sal

• Agua

• Aceite de oliva virgen extra

• Sal

• Pimienta

PREPARACIÓN

Ponemos un puñado de anacardos en un cuenco y cubrimos con agua hirviendo. Dejamos reposar unos 10 min para que los anacardos se ablanden ( cuánto mas tiempo en remojo, más fácil será conseguir una consistencia cremosa al batir, por lo que si tu batidora no es muy potente, mejor deja los anacardos en remojo previamente durante al menos 3 o 4 horas).

Mientras, pelamos y troceamos pequeñita la cebolla. En una sartén con un fondo generoso de aceite de oliva, sofreír la cebolla a fuego medio unos minutos.

Troceamos ahora el calabacín en cubitos también pequeños. Lo añadimos a la sartén y sofreímos junto a la cebolla un par de minutos más. Pasado este tiempo, añadimos sal y pimienta, bajamos el fuego y tapamos la sartén. Dejamos que siga cocinándose a fuego bajo unos 10 min. La verdura debe quedar muy blandita y algo caramelizada.

Mientras, cocemos la pasta siguiendo las instrucciones del paquete. Cuando esté lista, escurrimos reservando un poco del agua de cocción (como 3 o 4 cucharadas).

Por otra parte, desechamos el agua de remojo de los anacardos y los ponemos en la batidora junto a un vaso de agua. Batimos bien hasta que la mezcla este fina y cremosa.

Añadimos la leche cremosa de anacardos a la sartén y removemos bien. Veremos cómo enseguida empieza a espesar. Entonces añadimos la pasta escurrida y el agua que habíamos reservado de cocción. Mezclamos todo bien y ajustamos de sal y pimienta al gusto.